Hasta que punto somos realmente libres?. Vivimos en una falsa ilusión de libertad? podemos hacer algo más que perpetuar nuestra condición?…
Actualmente el individuo inmerso en esta sociedad está cercado por las opciones, sumido en una falsa sensación de libertad dado que todas sus opciones disponibles perpetuán su condición actual.
Podemos elegir colegio, no educación, podemos elegir izquierdista o derechistas que nos controlen y usurpen, podemos elegir el medio que nos desinforme, la marca que nos aturda o mate de alcohol o cigarrillos, podemos elegir la marca de soya que nos envenene y el supermercado que nos la cobre.
Tras el control hay DINERO, detrás de cada necesidad hay ganancia y es la ganancia la que perpetúa los sistemas de transporte, alimentación, salud, educación, recreación, etc. Los impuestos de la tabacalera compran el derecho legal de envenenar a millones y matar a miles cada año. Que existan tantos cancerígenos en las estanterías de los supermercados, y facilidad de acceso y permisividad con las tabacaleras le beneficia indirectamente al gobierno, el que ahorra millones al no tener que atender ni pagar pensiones de ancianos mayores de cierta edad, sino que mueran «naturalmente» una vez que ya no son rentables como obreros, ni convenientes como consumidores.
Ya sea que elija un colegio u otro, eso no evitará que preparen a su hijo/a para atender supermercados, malls y fábricas. Es un ilusión de libertad, pero si usted educa a su hijo para vivir, no para trabajar, ese estudio no será reconocido y la sociedad no lo integrará, es decir, elija usted la forma, como sea su destino ya está determinado por el sistema.
Usted puede elegir, pero no puede salir de este círculo porque usted mantiene cohesionado este sistema. Cuando usted va a la fábrica o empresa de lunes a viernes, cuando valida el sueldo que le pagan, luego usted desahoga su situación con aquello que la televisión le recomienda… alcohol y excesos. Es este desahogarse lo que le «resetea» y lo deja preparado para soportar otra semana. Usted no deja su trabajo, porque aunque el sueldo es injusto, no puede darse el lujo de mejorar su situación. Luego recibe su escuálido sueldo el cual vuelve a esclavizarlo a sus hábitos, luego surge la pregunta de dónde gastar su sueldo, pero esto es otra ilusión, porque los malls y supermercados pertenecen a los mismos grupos económicos (ej: cencosud) por lo que usted devuelve su dinero al consorcio, dejando en el proceso 2 cosas: desgaste para usted y ganancia para su jefe/proveedor.
Cada vez que Usted se expone a los medios, los medios aprovechan de distraerle, se ocupan de su frustración, y le presentan las alternativas para que Usted «Elija», elija el mall o supermercado del Holding, elija la marca de su preferencia (de las mismas empresas).
Sin embargo… los medios, la publicidad ni su jefe le van a recomendar que ahorre, que inicie su propio negocio, que se emancipe…Las opciones le dan poder a las personas. Si alguien dispone de ahorros, puede determinar su futura condición, de hecho al disponer de ahorros se puede dar la espalda tranquilamente a situaciones de abuso laboral, mostrando un ejemplo de que no siempre hay una fila fuera de la fábrica esperando para ocupar su puesto.
Disponer de la opción de comprar al vecino de su huerta, o hacer trueques de alimentos orgánicos sin transgénicos ni cancerígenos pondría en jaque la monopólica oferta de los supermercados, quienes especulan con el precio de los alimentos hasta agobiar al dueño de hogar.
Antes de consumir recuerde que también tiene la opción de ahorrar y que el bienestar de «siempre» tener ese dinero le durará más que la pasajera sensación de bienestar de consumir algún producto o servicio.
Generalmente Usted debe trabajar días para un servicio que le dura horas o minutos. Tener dinero ahorrado le ayuda a tomar decisiones conscientes y frías, lejano al ritmo de consumo que desean imprimirle los medios, para soportar la acelerada fiebre consumista y generadora de ganancias para el empresario, socio o accionista.
Antes de gastar recuerde: lo que está haciendo con su vida sólo prolonga su situación y la de su empleador, mientras usted sea el productor y el consumidor, siempre quedará su desgastada espalda y la ganancia del mes en el bolsillo equivocado. Deténgase, interrumpa la rutina de consumismo exacerbado, y piense en su futuro bienestar, y sobre todo en su presente, que es lo único que usted posee.
Rechace el sobreconsumo, ahorre, tome decisiones frías, no obedezca la propaganda, inicie su propio negocio y lleve bienestar a su familia, comunidad y pueblo. Trabaje lo justo, trabaje lo que necesite, genere para cubrir sus necesidades y gustos. No trabaje por trabajar para después ver en que gastar su sueldo, llevará chatarra contaminante a su hogar, disminuyendo la calidad de vida y aumentando tanto la cuenta de luz como las radiaciones electromagnéticas en su hogar.
Usted puede cambiar las cosas, basta con rechazar ciertas «opciones». Si sólo hay facinerosos por los cuales votar, no vote el mal menor, sólo prolongará sistemas injustos, vote por quien le represente, vote por quien defienda sus ideas y a su comunidad.
Estamos franqueados por falsas opciones y aparentes beneficios que nos perjudican, pero tanto del sueño más hermoso, como de la peor pesadilla se despierta… tarde o temprano se despierta.