Crítica a la Prensa Corporativa

mediosEsta primera plataforma del proyecto, al igual que tantas otras fuentes de prensa alternativa, concede un espacio para la contra información: aquella que emana de las demandas ciudadanas, de diversas organizaciones sociales y de las voces disidentes de un sistema colapsado.

Contra información, porque los medios corporativos responden a la funcionalidad y los intereses de la institucionalidad vigente: se limitan a reproducir el paradigma del consumo para el enriquecimiento de las grandes compañías y los bancos, instaurando una gran estructura de control político en menoscabo de los legítimos cuestionamientos ciudadanos hacia un poder ensimismado, ajeno a su verdadero sentido de Ser: el compromiso social republicano de una sociedad democrática.

Los noticieros televisivos transforman el quehacer político cotidiano en un reality show confuso.

Medios subyugados a los intereses económicos y periodistas desprovistos de claridad y análisis, pautas informativas homogéneas, rígidas, exaltan el valor del sensacionalismo de la crónica roja, la declaración oficial del gobierno y del fútbol, creando una realidad superflua, artificial, desinformativa e intrascendente: exaltación de sensacionalismo y el dolor humano impregnado de miedo, causante de pensamientos radicales y fanatismos.

Incitadores de un exacerbado nacionalismo, que consigue reclutar a decenas de miles de jóvenes incautos dispuestos a morir por defender la propiedad nacional que más tarde, tras un escritorio, es negociada sin el menor escrúpulo.

Los medios corporativos discriminan en favor de las macro cifras, alentando las bondades del neoliberalismo desde una burbuja de irrealidad. Victimizan a las clases altas por la delincuencia y criminalizan a esas “otras” clases carentes de racionalidad y “superación”. Crean realidad.

Medios que nos aíslan del resto del mundo (en un mundo globalizado), limitando nuestra posibilidad de comprender e informarnos del contexto global de esta crisis sistémica buscan alejarnos y mantenernos desinformados e indiferentes de esas otras luchas que emanan espontáneamente por doquier, bajo el propósito comunitario de justicia y bondad.

Los medios corporativos protegen la corrupción dentro del sistema:

Golpe parlamentario destituyó a Lugo en Paraguay: Importantes medios acataron la inmediata censura del nuevo gobierno.

La cadena Televisa y TV Azteca de México favorecen la candidatura del PRI, censuran las acusaciones de fraude electoral y las masivas protestas ciudadanas. López Obrador acusa al periódico “El País” de España de “periodismo colonizante” y los llama a explicar el desastre en su país cuyo causante es su oligarquía financiera.

Los noticiarios de Chile criminalizan las protestas ciudadanas siguiendo la línea de la cuestionada ley Hinzpeter, observada con sospechosa por la ONU…

El 79% de la población de Estados Unidos desconfía de los medios de comunicación tradicionales. La prensa independiente gana terreno en todo el mundo porque representa al ciudadano sin voz.

La objetividad no existe, la prensa es siempre activista de unos u otros intereses y es tu elección cómo informarte, pero como dice Malcon X “Cuídate de los medios de comunicación porque vas a terminar odiando al oprimido y amando al opresor “.